Para Qrro está el detalle, luego la fotografía. Su mirada funciona como un oído entrenado que presta atención a la bella melodía que descansa sobre un armónico acompañamiento de fondo. Así ordena el mundo en una poética donde el mensaje escapa de cualquier personaje y se hace universal para todo espectador.
El artista sugiere que esta obra componga un tríptico con las versiones 1 y 3 (disponibilidad según stock).